La biometría es una práctica que data de muchos años de antigüedad, pero que viene resonando con mayor intensidad en los actuales procesos de transformación digital. Probablemente muchos de nosotros hayamos interactuado con algún tipo de identificador biométrico sin cuestionarnos demasiado su finalidad.
Es por eso, que en este artículo te contamos de qué se trata la biometría y cuál es su función hoy dentro del campo de la tecnología.
¡Vamos a descubrirlo!
La biometría es un método de identificación que se basa en algún rasgo físico o de conducta de la persona. Huellas dactilares, reconocimiento de voz, rasgos faciales o de parámetros oculares constituyen algunas de las formas de autenticación que permiten reconocer a los individuos a partir de sus características fisiológicas.
En la era digital, la biometría se emplea con frecuencia para un objetivo principal: aumentar la seguridad de las transacciones que realizamos de manera online. Siguiendo esta premisa, los usos más frecuentes consisten en validar la identidad de los usuarios para realizar operaciones bancarias, compra y venta online de artículos (ecommerce) hasta trámites personales en los sistemas gubernamentales.
La evolución de esta práctica ha llevado a los distintos medios digitales a adoptar la biometría optimizando los recursos que ofrecen los dispositivos tecnológicos que usamos con frecuencia. Los sitios web, las aplicaciones móviles y hasta los bots son algunos de ellos.
Un caso novedoso que presentamos recientemente en Yoizen, es la gestión de préstamos online donde utilizamos el reconocimiento de rasgos faciales para robustecer el proceso de autenticación de las personas. Para ejemplificar, en este video, te mostramos la experiencia de un usuario asistido por un bot en WhatsApp, que terminará por confirmarle a la persona la acreditación de un préstamo personal en su cuenta.
Este proceso consta de múltiples instancias que garantizan una operación segura para los usuarios: solicitud de información personal para cruzar con un servicio de integración, lectura de los códigos del documento nacional e identificación de rasgos faciales que pueden validarse con información de entidades públicas o privadas. También sería posible usar recursos alternativos como preguntas de seguridad o códigos de uso único (OTP – One Time Password), que permitan a las empresas evitar posibles fraudes y brindar transacciones más confiables a sus clientes.
Hoy, la tecnología ofrece a los usuarios soluciones para operar de manera remota y segura. Y en este contexto, la biometría se convierte en un procedimiento adicional a las claves de seguridad o números de identificación que empleamos habitualmente en nuestras gestiones. Aunque algunos usuarios todavía sienten desconfianza a la hora de tomarse fotos y subirlas a una app o plataforma digital, esta combinación con la biometría sigue ganando terreno en los procesos de la mayoría de las empresas a medida que evolucionan los dispositivos al alcance del usuario.
¿Estás considerando implementar una experiencia de atención al cliente con biometría y no sabes cómo comenzar? ¡Podemos ayudarte!